sábado, 7 de mayo de 2011

Reflexiones en un triste y jodido sábado

Me había levantado temprano y de buen humor, sin dolor. A primera hora de la mañana escuchaba la noticia de la muerte de Severiano Ballesteros tras dura lucha contra un tumor cerebral que al final le ganó la partida. La muerte de una persona aún joven para la sociedad avanzada en que vivimos es percibida como un fracaso y nos sorprende, nos golpea. Pero esa sensación de  tristeza y perplejidad nos dura más bien poco, lo mismo que las alegrías. Inmediatamente las mil y una pequeñas o grandes cosas que nos llenan o confunden nuestra existencia la hace desaparecer y así rápidamente nos interesamos por otras noticias, cosas y afanes, como si nuestra expectativa de vida fuera infinita. Nada o casi nada parece hoy en dia tener un valor absoluto "per se" , todo es relativo....
El sabado, para mí, por diferentes motivos, ha ido siguiendo un derrotero extraño y negativo, no buscado pero encontrado. La relatividad de los sentimientos y la amargura de algunos momentos han convertido ya definitivamente en horrible el día. Me sentía yo como aquel paciente mio que al  preguntarle ¿como le va? él siempre me respondía:  "muy jodíamente, Doctor".
El Molinón hirviendo y el empate del Sporting en el último suspiro me dejó una sensación agridulce de esperanza, de que todavía, a pesar de la hora no es tarde y que este jodido sábado podía enmendarse ¿quien sabe?. Pero quiá, ya no. Bueno, mañana será otro dia, espero que mejor.....

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