"Jedem das seine", este lema festoneaba la parte superior de la puerta de hierro que daba entrada al campo de concentración de Buchembald. En él paso largos meses de horror una persona a la que siempre admiré y respete, Jorge Semprún. El nieto de Antonio Maura; el viejo camarada, Federico Sanchez; el intelectual comprometido; el ministro de cultura del gobierno de Felipe Gonzalez, que hoy y de forma discreta nos ha dicho adios.
He buscado entre mis libros y repase con gusto y emoción la letra menuda, delicada y precisa de su dedicatoria en el libro autobiográfico con el que consiguió el premio Planeta en 1977. El viejo adagio latino "a cada uno lo suyo" le ha hecho justicia a un hombre en el amplio sentido de la palabra."Sit tibi terra levis", Jorge.
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